Descripción del caso.
Cuando uno empieza a escribir sobre algo que le ha afectado tanto en su vida, y que le ha causado tanto dolor, sinceramente no sabe como hacerlo, hay que explicar lo inexplicable, pero bueno ya he empezado.
Vamos adelante: todo empezó en mi infancia, al comenzar (por unos problemas o por otros, no importa el problema, importa la solución), a darle vueltas a pensamientos tontos, a no poder controlar mis pensamientos de un modo normal, como los demás. Poco a poco uno iba empezando a inventarse pequeños trucos, para ir tirando, mientras trapicheaba, todo iba relativamente bien, fui creciendo con mil complejos, el famoso que dirán, dando a ciertas cosas una importancia descomunal, y en cierta medida, queriéndolo controlar todo.
Pasa el tiempo, y me encuentro con un problema de escrúpulos de conciencia, una obsesión que me martirizaba, por tener yo la culpa de lo malo del mundo, pasa tiempo y capeo la obsesión como siempre, pero grave error, en la vida no hay que parchear, sino solucionar, y más en el caso que nos ocupa.
Pasa el tiempo y sigo parcheando la vida, hasta que llegó el problema más fuerte obsesivo que he tenido.
Llegó a mis manos un libro magnífico sobre obsesiones, leí el caso de un paciente como yo, que narraba que había tenido problemas obsesivos con la comida, y que podía haber muerto, al leer esto como buen obsesivo: el miedo atroz y la duda desgarradora se apoderaron de mí, ¿y si yo no era capaz de comer y me moría, y si no podía respirar y si no etc.
El tema principal era el no poder comer, sólo los que hemos pasado por un problema obsesivo, sabemos el miedo desgarrador por el que pasamos, es indescriptible, en mi vida he conocido un dolor tan fuerte, te sientes solo, tú vida naufraga, no se lo puedes contar a nadie, porque pensarán que estás loco, tú sabes que no lo estás, pero tienes miedo a estarlo, el dolor es atroz, hay que hacer de tripas corazón y aguantar.
Cada vez que me sentaba a comer o cenar el infierno se habría ante mí, tenía que luchar como un loco para comer y no sabía si iba a tener fuerzas para seguir, es el dolor más espantoso que hay, y lo gracioso del caso es que yo sabía que era una chorrada, pero ahí estaba yo todo un ser humano acorralado por una solemne tontería, que se manifestaba, en todo mi carácter dándole mil vueltas a todo. Martirizado por el miedo irracional a cualquier cosa, podría segur dando síntomas, pensamientos absurdos y demás cosas espantosas que he tenido que sufrir, pero vamos a la ESPERANZA, y a ver lo realmente importante: SEÑORES DE UN PROBLEMA OBSESIVO SE SALE, sin la menor duda, con un buen especialista que conozca y diagnostique el problema, se sale, me gustaría poder mirar a la cara a la persona que me lee, y vive sumergida en este infierno después de haberlo probado todo, y no darle resultado, que pudiera leer en mis ojos que se sale, y que se consigue.
Para salir te hace falta ayuda, una mano amiga que te entienda y te haga ver lo mucho que vales, porque lo vales, y tú mismo te sacarás del problema, porque lo bonito es que salimos por nosotros mismos. Comencé a enfrentarme al pensamiento, de un modo inteligente, ya que todos los días eran un calvario, desayuno comida y cena,. No intente dejar de pensar ni ir en contra, si lo pienso que lo piense ya se irá, que no como, pues no como no pasa nada, más se perdió en Cuba. Todo esto acompañado de una fuerza de voluntad que todos tenemos, solo hay que buscarla y aparece, así que costara lo que costara, sudara lo que sudara, había que comérselo todo, unos días estaba fatal, otros mejor, pero poco a poco comprendí que podía enfrentarme a la situación con sufrimiento pero podía y cada vez tenía menos días malos y más buenos, hice del pensamiento “NUNCA PASA NADA Y SI PASA QUE PASE” mi arma de guerra, así como de plantarle cara a las cosas, si me caigo da igual, ya me levantaré. Todos estos pensamientos los voy extendiendo a mi vida en general a la mayor parte de los temas, y ¡oh sorpresa!, mi vida es mil veces mejor, no sufro y crezco día a día.
Creo que para salir de un problema obsesivo, hay que querer, y reconocer que uno lo es, una vez que pasa esto, medio problema esta solucionado.
Además para lo mal que se pasa con el problema, que te cuesta intentarlo, lo mal que lo pases intentándolo es menos que en el problema, y encima sales y lo vences. Cuando se pierde el miedo al pensamiento, te da igual el que venga, si se repite lo sabrás vencer y formará parte del baúl de los recuerdos, que ya no podrán hacerte daño, porque los fulminarás si se te acercan, aprenderás a sólo sufrir por lo que merece la pena y no por tonterías.
Estas breves líneas pretenden ser un canto de esperanza y certeza a los desesperados que piensan que ellos jamás saldrán de un problema obsesivo.
No os quepa duda saldréis, porque de todo se sale, el proceso es a veces duro, es como ver crecer la hierba, en el sentido que en los malos momentos no ves avance, y te crees que no va, pero que alegría cuando miras y ves que aunque creas que la hierba no crecía ha crecido y has salido.
Le dedico todo mi cariño y comprensión a quien sufre, sólo el sufrimiento humaniza, Con mi cariño JORGE.