Descripción del caso.
Desde hace años tengo problemas para dormir. Cada día me acuesto antes, pero como es pronto no me duermo y esto provoca que me ponga nervioso y cualquier ruido por mínimo que sea me genere un sobresalto. El resultado final es que me desvelo.
Mi pensamiento “Mis vecinos no me dejan dormir porque hacen ruido”.
He empezado a usar tapones en los oídos para dormir, he insonorizado la habitación y hay momentos en los cuales he deseado ser sordo para no escucharles.
Durante el día o la noche he empezado a estar en un estado de alerta permanente para ver si los vecinos hacen ruido, cualquier ruido, golpe de los vecinos, se convierte en mi centro de atención. Lo focalizo y por lo tanto por muy pequeño que sea el ruido, pasos, ascensor, interruptores de la luz etc. lo magnifico y transformo. Lo que es un simple ruido cotidiano en algo tan amenazador que si fuera de noche no me dejaría dormir. Este estado de alerta permanente me produce mucha intranquilidad y un estado de tensión continuo además de mucha ansiedad. Empiezo a condicionar todo lo que hago para intentar no estar en casa incluso me he comprado una casa fuera de Madrid para no estar en casa los fines de semana y si tengo que estar en casa, que sea fuera de los horarios en los que están ellos; para ello me he aprendido todos sus horarios, rutinas, cuando se levantan, cuando se acuestan, controlo si están las persianas subidas o bajadas para saber si han llegado, miro la plaza de garaje para ver si han llegado o no, pongo la oreja en la pared para saber si están o no.
La ansiedad y el estado de tensión hacen que mi personalidad haya cambiado. En el entorno familiar cualquier cosa que dicen o hacen me sienta mal. Contesto mal, grito al niño por cualquier cosa y estoy todo el día de mal humor.A los vecinos subo a llamarles la atención por andar con tacones, porque corren los niños por la casa etc. Les he cogido manía, les he marcado como indeseables y les he hecho responsables de mi mal estar, “Los vecinos me están molestando, les voy a llamar la atención, me voy a vengar y les voy a hacer la vida imposible”.
He entrado en una dinámica en la cual el 100% de mis pensamientos o actos son entorno a los vecinos de arriba. Dedico 8h al día en el trabajo a idear cosas para molestarles, miro foros en Internet buscando soluciones para vecinos ruidosos, les he quitado la correspondencia del buzón e incluso le he hecho un rito de budu en su puerta para que se vayan de su casa.
Todas las conversaciones con mi familia y amigos las derivo hacia los ruidos de los vecinos, que si mis vecinos son unos mal educados que no saben educar a los becerros de sus hijos…
Pero lo peor de todo es el pensamiento. Según me despierto el primer pensamiento es “¿estarán despiertos?, ¿se ducharan ahora?”… Durante todo el día continuamente aparecen pensamientos relacionados con los vecinos. “Esta tarde cuando hagan ruido yo me voy a poner a hacer taladros en el techo para molestarles, ¿cuando llegue a casa van a estar?, ¿van a venir hoy pronto o vendrán tarde?, ¿Saldrán el fin de semana fuera?”, Si veo un Citroen blanco. “Mira que coche tan cutre como el de los vecinos”, Si veo un niño de 3 años “Mira que pedazo de cabeza tiene ese niño como la del niño del vecino”. Si veo una chica con tacones “Mira otra tonta con tacones como mi vecina” etc… Lo más triste es que llega un momento en el cual dedicas más tiempo a pensar en los vecinos y sus hijos que en tu propia mujer e hijo.
Al final nada de lo que he hecho hasta ahora me ha servido, es más, lo ha empeorado: La insonorización no sirvió para nada; en la casa de fin de semana empezaron a molestarme los perros y la tele del vecino y hasta le impuse el horario de regar a otro vecino.
Después de tantos años echando la culpa de mis males a todos, vecinos y familia, he ido al psicólogo y me ha dicho que mi problema es que tengo T.O.C.