Descripción del caso.
Me llamo Alejandro, tengo 28 años y puedo decir que estuve unos años viviendo en una auténtica “cárcel”. Escribo esto por si alguien está en mi misma situación y puedo ayudar en algo, contando mi caso.
Yo siempre fui una persona tímida pero hasta que no empecé la Universidad, no me di cuenta que lo mío era un problema mucho más grave que una simple timidez. En la época en la que fui al Instituto, como estaba rodeado por mis amigos de siempre, podía desenvolverme más o menos con normalidad (eso sí, siempre intentando pasar desapercibido), pero cuando empecé la Carrera de Empresariales vino la verdadera tortura… recuerdo con verdadera angustia el primer día de clase, los demás hablaban unos con otros y yo me senté en el último rincón sin cruzar palabra con nadie.
A partir de este momento me fui aislando cada vez más. Me sentía fatal cada vez que tenía que subirme al autobús para ir a la facultad, ya que pensaba que todo el mundo estaba pendiente de mí. Era incapaz de entrar en la cafetería de la Universidad a tomarme un café. No me relacionaba con nadie. No podía pedir unos simples apuntes. Los fines de semana dejé de salir con mis amigos de siempre, porque los grupos se habían ido ampliando con gente nueva y para mi era imposible pasármelo bien. Empecé a suspender, cuando siempre había sacado buenas notas. Y me di por vencido. No tenía fuerzas para luchar más.
Abandoné la carrera y me aislé totalmente del mundo exterior. Solo estaba bien en mi casa. Mis padres y mi hermana no me podían entender, me intentaban obligar a hacer cosas, yo me negaba y ellos se desesperaban… estuve así dos años.
Por fin, me puse en tratamiento psicológico y conseguí superar mi problema. De verdad que merece la pena luchar. Ahora soy libre para poder hacer lo que quiera, sin estar todo el día planteándome “que pensarán los demás de mí…”, terminé la Carrera, tengo muchísimos amigos y lo más importante:
¡ME SIENTO LIBRE!