Todos en un momento puntual podemos sufrir ansiedad. La ansiedad es una reacción emocional que surge ante la percepción, por parte de la persona, de una amenaza o peligro . Por ejemplo, ante un ruido intenso e inesperado (como puede ser una explosión), se produce una respuesta de ansiedad de forma automática, que prepara a la persona para la huída. Aquí estaríamos hablando de una respuesta adaptativa.
Los síntomas típicos son:
- Elevación de la frecuencia cardiaca
- Respiración acelerada
- Sudoración
- Tensión muscular
Pero, por el contrario, estaríamos hablando de ansiedad patológica cuando estas respuestas se presentan ante estímulos insignificantes , son de una intensidad exagerada o duran más de lo necesario.
Para distinguir una de otra hay que ver siempre el grado de interferencia que produce en la vida cotidiana de la persona. Por ejemplo, si una persona está constantemente preocupándose por su salud, por el dinero o por el trabajo de una forma excesiva y su tendencia es la de anticipar un desastre , esta persona vivirá el día a día con unos síntomas muy elevados de ansiedad.
Es muy importante averiguar las causas que producen esta ansiedad patológica. Hay que ver si la persona tiene un diálogo interno irracional que le impide enfrentarse a los problemas cotidianos con normalidad.
También hay que ver si esta ansiedad va asociada a otro tipo de trastornos (como puede ser una fobia social o una agorafobia), porque aquí la ansiedad desaparecería una vez tratada y solucionada la patología.