La característica fundamental de este trastorno es un patrón de conducta inestable . Son personas que pasan rápidamente de un extremo a otro y de una forma muy intensa. Pueden pasar rápidamente del amor al odio, de la alegría a la tristeza etc.
Sienten gran angustia ante la posibilidad de ser abandonados . No soportan la idea de estar solos y necesitan continuamente apoyo y comprensión.
Pueden mostrar una ira exagerada ante cualquier mínimo cambio en sus planes. Por ejemplo, si un amigo les cancela una cita porque se ha puesto enfermo, la persona con este trastorno puede reaccionar de forma dramática y extremista, como si hubiese perdido el control. Después de estas explosiones de ira, suele venir un sentimiento de tristeza y culpabilidad y refuerzan el sentimiento que tienen de “ser malos”.
No toleran las frustraciones.