La esquizofrenia es una enfermedad mental de carácter grave, que incluye un amplio abanico de síntomas (tanto positivos como negativos). Existe una distorsión tanto en los pensamientos como en los sentimientos , por lo que se produce una alteración en la forma de sentir, de hablar y de pensar en la persona que la padece.
Para hacer el diagnóstico de esquizofrenia, la alteración tiene que persistir por lo menos seis meses y tiene que incluir un mes mínimo de síntomas de la fase activa: delirios, alucinaciones, alteración del lenguaje, alteración del comportamiento y síntomas negativos.
Existen varios tipos de esquizofrenia y, aunque se desconocen las causas, la mayor parte de los pacientes encuentran mejoría con la medicación y pueden obtener un gran control de los síntomas a lo largo del tiempo.