La característica fundamental es la aparición inesperada y aislada de una serie de síntomas intensos de ansiedad , que se inician bruscamente y alcanzan su máximo nivel en, aproximadamente, diez minutos.
Las personas que han sufrido un ataque de pánico suelen describir el episodio como: de un miedo intenso , con sensación de perder el control , de tener un infarto inminente, sensación de “ volverse loco ” o sensación de que van a morir.
Existen tres tipos de crisis de angustia:
- Espontáneas . Aquí no están relacionadas con ningún estímulo situacional. Es decir, surge aparentemente sin ninguna causa.
- Situacionales . Aquí están desencadenadas por algún estímulo. Por ejemplo, una persona que tenga una fobia social, puede tener una crisis de angustia al tener que hablar en público.
- Predispuestas . Esto es parecido al anterior, pero no tiene por qué haber ninguna asociación con algún estímulo. Por ejemplo, una persona puede tener un ataque de pánico en el metro de forma ocasional (a partir de aquí va a estar más predispuesta a padecerla), pero no significa que esta crisis haya surgido por una reacción de miedo al metro.