El alcoholismo es una enfermedad crónica que se caracteriza por un consumo excesivo de alcohol de forma prolongada e incontrolada y con dependencia del mismo.
El curso evolutivo del alcoholismo refleja un deterioro progresivo de aspectos sociales, psicológicos y fisiológicos. Normalmente“, la persona dependiente del alcohol, empieza a dejar a un lado sus actividades sociales, familiares y ocupacionales.
En los individuos dependientes del alcohol, se suelen observar cambios en la personalidad que repercuten en todos o casi todos los ámbitos de su vida (social, familiar y laboral). Estos cambios se suelen manifestar a través de una tendencia a la irritabilidad , pérdida de control y de inhibiciones.
El alcoholismo no está fijado por la cantidad de alcohol ingerida, sino que existen diferentes patrones de consumo; hay alcohólicos que consumen a diario, otros que lo hacen semanalmente o sin una periodicidad fija. En todos ellos existe un proceso degenerativo y una pérdida de autocontrol.