Normalmente, cuando hablamos de trastornos psicosomáticos nos referimos a los trastornos originados por factores psicológicos. Sin embargo, sería más acertado referirnos a la combinación de factores biológicos, ambientales, sociales y psicológicos como el origen de los mismos, pues todos ellos, de forma conjunta, pueden desempeñar un papel esencial en el curso de una serie de enfermedades. Y, aunque se conoce la relación entre todos estos factores, queda aún mucho camino por recorrer para entender los trastornos psicosomáticos en su totalidad.
El estrés puede desencadenar o agravar una serie de enfermedades y puede causar síntomas físicos importantes sin que exista una enfermedad orgánica. Es decir, la exploración física puede que no detecte nada significativo que pueda explicar los síntomas que manifiesta el paciente.
Entre los trastornos psicosomáticos más comunes, nos encontramos con:
- Trastornos cutáneos: Acné, Dermatitis, Pruritos, Urticaria y Alopecia
- Trastornos respiratorios: Asma bronquial e Hiperventilación
- Trastornos gastrointestinales: Gastritis crónica, Ulcera péptica, Colitis ulcerosa, Estreñimiento, Colón irritable
- Trastornos endocrinos: Hipertiroidismo, Hipotiroidismo y Diabetes
- Trastornos de los órganos de los sentidos
- Dolores crónicos: Cefaleas, Migrañas…
- Abuso de fármacos
- Ansiedad
- Estado de ánimo deprimido
- Deterioro laboral y familiar
- Los pacientes son a menudo sometidos a múltiples exámenes médicos, a hospitalizaciones y a intervenciones quirúrgicas, lo que puede llevar a combinaciones de tratamientos potencialmente peligrosas