Gema, de 52 años, acude a consulta por primera vez acompañada de su hija. Su motivo de consulta es que tiene muchísima ansiedad y que se encuentra, según ella, agotada; tiene fuertes dolores de cabeza y trastornos del sueño.
“Pensé que tenía alguna enfermedad grave, pero tras un riguroso chequeo el medico me ha aconsejado que me ponga en tratamiento psicológico»
Manifiesta que tiene una vida muy estable y organizada. Esta casada, tiene 2 hijas, es profesora de universidad y su nivel económico familiar es bueno. Su marido tiene que viajar mucho por temas laborales. Las hijas se han independizado ya.
Cuenta que pasa los días angustiada. «todo me preocupa, le doy vueltas a todo y para mi cualquier noticia por muy positiva que sea, la convierto en negativa». Su hija mayor acaba de tener un hijo y para Gema ese es su tema actual de preocupación. “Temo que al niño le pueda ocurrir algo malo, me da miedo que en la guardería no le atiendan bien, que se ponga malo, que se les pueda caer… ¡en fin! todo…»
También manifiesta que cada vez que su marido tiene que viajar, le genera una gran angustia. Insiste en que su marido le llame cuando llegue a los sitios, que no coma nada fuera del hotel y que tenga el móvil siempre disponible por si ocurre algo malo y hay que avisarle…
Aunque las hijas tiene trabajos buenos y estables, también le preocupa que «con todo lo que está sucediendo, se queden en paro y no pueden salir adelante»
Los padres de Gema, tienen alrededor de 70 años, tienen buena salud, están jubilados y viajan a menudo. Viajan en exceso, según ella, para la edad que tienen.”Siempre me estoy preparando mentalmente para cuando se pongan enfermos o falten, creo que de esta manera, al pensarlo mucho, me voy fortaleciendo psicológicamente para cuando ocurra algo malo. Mi familia ha insistido en que me ponga en tratamiento porque dicen que me paso la vida sufriendo innecesariamente, sin tener un motivo objetivo para ello…yo tampoco lo veo de esa manera, es verdad que tiendo a preocuparme mucho pero también considero que ellos son demasiado relajados para algunos temas y yo soy más cauta, eso me ayuda a estar mas preparada por si ocurre algo malo…”
Gema tiene un trastorno de ansiedad generalizada. Su idea de que preocuparse en exceso la puede ayudar a enfrentarse mejor a la vida, es un rasgo característico de este trastorno.
Trastorno de ansiedad generalizada (TAG)
El TAG se caracteriza por una preocupación excesiva, continua y no realista sobre un gran abanico de situaciones o acontecimientos cotidianos (desde la salud, la economía familiar, posibles accidentes, preocupación por el futuro etc.). Esta ansiedad suele ir acompañada de una serie de síntomas físicos y cognitivos como son: tensión muscular, alteraciones del sueño, dificultad para concentrarse, irritabilidad, dolores de cabeza etc. Aunque la persona que sufre este trastorno reconoce, en algún momento, que se preocupa en exceso por todo lo que le rodea, no puede evitar vivir en ese estado de tensión y alerta continuos.
Algunas características del TAG son:
– Ansiedad anticipatoria y visión catastrófica. La persona tiende a anticipar los sucesos cotidianos como amenazantes o peligrosos, sin tener evidencias suficientes para esa valoración.
– Poca tolerancia a la incertidumbre. Las personas con trastorno de ansiedad generalizada, tienden a valorar la ambigüedad como potencialmente peligrosa. Cualquier situación nueva o incierta, la vivirán con gran ansiedad.
– Tendencia a sobrevalorar la utilidad de preocuparse. La persona suele unir la preocupación a diversas creencias irracionales. Por un lado, suelen pensar que preocuparse en exceso puede proteger contra las emociones negativas futuras (Ej. si me preocupo mucho por las cosas, estaré más preparado cuando ocurra el suceso negativo). Por otro lado, existe la creencia de que la acción misma de preocuparse, puede disminuir la probabilidad de que ocurra el suceso (Ej. si analizo o me preocupo continuamente, no ocurrirá la situación temida)
Citando a Echeburúa, Catedrático de psicología clínica, pondremos un buen ejemplo de como funcionan los mecanismos de la ansiedad:”En el caso de los trastornos de ansiedad, la respuesta de miedo funciona como un dispositivo antirrobo defectuoso, que se activa y previene de un peligro inexistente”.
Tratamiento del TAG
Todas estas creencias irracionales, funcionan como mantenedoras del trastorno, por eso el tratamiento psicológico cognitivo conductual, irá encaminado a:
– El entrenamiento en la toma de conciencia de las preocupaciones
– Ayudar al paciente a tolerar y a adaptarse de una forma más objetiva a la incertidumbre.
– La exposición a diversas situaciones generadoras de ansiedad.
– La reevaluación de la utilidad de preocuparse
– El entrenamiento en resolución de problemas.
Al ser un trastorno que causa menos limitaciones, en comparación con otros trastornos de ansiedad, los pacientes con TAG suelen buscar tratamiento cuando llevan muchos años padeciéndolo, también porque lo viven como “una forma de ser”.
En general, el pronóstico es bueno y se puede notar una mejoría significativa, a las pocas semanas de haber iniciado el tratamiento.